Este Albariño de mínima intervención es producido con uvas sostenibles de San Jacinto, Canelones para luego vinificarlo en su bodega de Cuchilla Pereira, en el límite entre Montevideo y Canelones (y el punto más alto de Montevideo).
Lo interesante y distinto de luego este vino es que quedó reposando 6 meses sobre sus lías (las lías son las levaduras y otros residuos sólidos que quedan luego de la fermentación). Así logran extraer todo su potencial aromático y darle gran presencia en boca, sin perder la frescura.
¿Cómo queda? Al clásico perfil varietal del Albariño, le suma un toque mineral y una sensación mantecosa en la boca.